Veteranos protestan contra los efectos del cierre del Gobierno de EE.UU.
Miles de veteranos y manifestantes se abrieron paso este domingo entre las barricadas para lograr llegar hasta al Memorial de la II Guerra Mundial en Washington, que permanecía bloqueado por el cierre del Gobierno. La Policía tuvo que intervenir.
A los miembros de la asociación Marcha de Millones se unieron unos quince camiones de remolque que se aparcaron cerca del Memorial de la II Guerra Mundial, a pesar de que este lugar estaba clausurado al igual que otros lugares públicos debido al cierre parcial del Gobierno.
El Departamento de Policía de Washington movilizó inmediatamente a cuerpos del Servicio Secreto y de la Policía antidisturbios frente a la multitud, que pedía a gritos "derribar los muros" que impiden el paso al monumento, coreando canciones patrióticas.
Posteriormente, un grupo de manifestantes se dirigió al edificio del Capitolio, otro a la Casa Blanca, donde echaron a un lado las barricadas, mientras que el resto se trasladó en los remolques a otras partes de la capital.
El analista Emilio Viano considera que muchos de estos cierres son innecesarios y que están planeados por la Casa Blanca para desviar el descontento de los ciudadanos hacia el Congreso.
"Es una protesta muy simbólica, muy importante, que centra la atención del público norteamericano sobre las consecuencias del cierre del Gobierno", dice el analista, subrayando que la Casa Blanca intenta causar malestar publico contra el Congreso "actuando e imponiendo un cierre que va mucho más allá de lo que es necesario".
"Este gobierno disfuncional en Washington está amenazando el bienestar público financiero del país y su reputación en el extranjero", sentencia.
De acuerdo con un comunicado publicado en la página web del grupo, los militares y veteranos sienten que les "utilizan como peones políticos en el cierre del Gobierno y la crisis presupuestaria". Los organizadores de la protesta aseguran que no siguen ningún fin político, pero dicen que el cierre de monumentos es "un despreciable acto de cobardía".
A los miembros de la asociación Marcha de Millones se unieron unos quince camiones de remolque que se aparcaron cerca del Memorial de la II Guerra Mundial, a pesar de que este lugar estaba clausurado al igual que otros lugares públicos debido al cierre parcial del Gobierno.
El Departamento de Policía de Washington movilizó inmediatamente a cuerpos del Servicio Secreto y de la Policía antidisturbios frente a la multitud, que pedía a gritos "derribar los muros" que impiden el paso al monumento, coreando canciones patrióticas.
Posteriormente, un grupo de manifestantes se dirigió al edificio del Capitolio, otro a la Casa Blanca, donde echaron a un lado las barricadas, mientras que el resto se trasladó en los remolques a otras partes de la capital.
El analista Emilio Viano considera que muchos de estos cierres son innecesarios y que están planeados por la Casa Blanca para desviar el descontento de los ciudadanos hacia el Congreso.
"Es una protesta muy simbólica, muy importante, que centra la atención del público norteamericano sobre las consecuencias del cierre del Gobierno", dice el analista, subrayando que la Casa Blanca intenta causar malestar publico contra el Congreso "actuando e imponiendo un cierre que va mucho más allá de lo que es necesario".
"Este gobierno disfuncional en Washington está amenazando el bienestar público financiero del país y su reputación en el extranjero", sentencia.
De acuerdo con un comunicado publicado en la página web del grupo, los militares y veteranos sienten que les "utilizan como peones políticos en el cierre del Gobierno y la crisis presupuestaria". Los organizadores de la protesta aseguran que no siguen ningún fin político, pero dicen que el cierre de monumentos es "un despreciable acto de cobardía".
Kommentare