EL FUEGO DE LA GOMERA OBLIGA A DESALOJAR LA CUARTA PARTE DE SU POBLACIÓN

Según Rivero, el fuego ha obligado hasta el momento a desalojar a unas 5.000 personas, lo que supone la cuarta parte de la población de la isla. Tras hablar con los técnicos que dirigen la extinción del incendio, cuyo pronóstico "es malo" por las altas temperaturas, la baja humedad, el viento cambiante y la accidentada orografía, el presidente canario afirmó que los medios disponibles son los necesarios.

No obstante, insistió en que lo primero es la seguridad de las personas, por lo que pidió a los gomeros que sigan demostrando el comportamiento ejemplar que han tenido y faciliten la labor de las autoridades a la hora de los desalojos, cuya finalidad es que no se pongan en riesgo vidas humanas. "Es un incendio muy grave, está adquiriendo unas proporciones extraordinarias", no tanto en superficie quemada, unas 5.000 hectáreas, sino en cuanto a la movilización de la población y en la dificultad para extinguirlo.

Actualmente operan desde el aire tres hidroaviones y siete helicópteros, a lo largo de la mañana se unirá un cuarto hidroavión y mañana llegará un quinto procedente de la península, mientras que se han reforzado las brigadas y unidades que trabajan en tierra. El presidente insistió en agradecer a los gomeros su comportamiento, y puntualizó que prefieren que se critique a las autoridades por un exceso de celo ante los desalojos a que haya una desgracia, porque "no valen los excesos de confianza". Puso como ejemplo de la peligrosidad del fuego el caso de la localidad de Valle Gran Rey, donde fueron desalojadas por mar unas 900 personas después de que el fuego bajó desde la montaña y alcanzó el Centro de Salud en menos de una hora, después de quemar treinta casas. "El daño que se produzca en la naturaleza es recuperable, la pérdida de una vida humana no lo es", y por eso se va a desalojar el pueblo de Vallehermoso, aunque el fuego aún está muy lejos.

Rivero insistió en que el pronóstico del incendio para hoy es malo, al producirse el fuego durante una nueva ola de calor que ha producido tal sequedad que ni la laurisilva ha contenido el avance de la llamas. El presidente de Canarias dijo que a partir de esta noche se espera que bajen las temperaturas y que mañana empiece a soplar el alisio, con lo que el aumento de la humedad puede ayudar en las labores de extinción.